viernes, diciembre 01, 2006

mente en blanco

"Víctor era muy distinto de mí. Era por naturaleza una persona muy pacífica y nada violenta, mientras que a mí una buena disputa de vez en cuando me sentaba bien. Se las ingeniaba para convertir mis estallidos ciegos en un análisis razonado y cariñoso de la causa que los había provocado y casi siempre acabábamos riéndonos del problema. Pero no adoptaba ese enfoque desde una actitud de superioridad, sino porque le interesaba profundamente que entre nosotros nada saliera mal. Sabía que las buenas relaciones había que trabajarlas y tenía un talento natural, que se hacía manifiesto en su labor en el teatro, para comprender a sus semejantes"
Joan Jara: "Víctor Jara, un canto truncado"
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Leer a Joan Jara me ha hecho sentir a Víctor de otra forma, completamente desde su visión como mujer. Hace tiempo que un libro no me emocionaba y absorbía de esta forma. Es una redacción-intención muy femenina, muy firme, y muy simple. Las cosas más trascendentales de la vida, contadas de una forma sencilla, clara, como lo son para todos, aunque nadie las ponga(mos) en práctica.
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En la espera al colectivo me llené con este pedazo del libro sin querer, como viéndonos desde afuera, desde arriba, desde una pantalla. Te encontré muy parecido y yo me sentí un poco insignificante, con rabia y con pena también. No sé bien qué pensar, no sé bien si hago bien las cosas. Dejo la mente en blanco mientras me voy a dormir. Buenas noches.