viernes, mayo 09, 2008

Discurso de Campaña

¿Cuándo es que tu país y mi país dejen de coquetear con sus relaciones bilaterales y por fin se fusionen en una sola república?
Cuándo, por fin, podremos compartir un mismo territorio común.
Cuándo podremos reescribir nuestra geografía, renombrando lunares y sembrando campos con nuevas especies.
Qué ministerios serán para cada uno? Habrá una planificación centralizada o estados federales? Dónde vamos a construir y dónde dejaremos que la hierba crezca en el resguardo de nuestro patrimonio privado... Cuándo por fin podremos planificar nuestra economía y aplicar sus conocimientos de vivienda al ministerio de bienes nacionales?
Yo me quedo con el de Defensa, que nadie te toque, que nadie entre sin autorización. Yo defiendo nuestros límites, nuestra expansión, nuestra tranquilidad.
Usted debe administrar el de relaciones exteriores, la diplomacia es una de sus bondades, y especialmente, es mejor embajador de la paz.
Solicito el de planificación y el de economía. Apelo a mi compulsivo comportamiento que todo lo ordena, lo enumera y lo enlista. Y creo que nadie mejor que usted sería el encargado de la cultura, el esparcimiento, el ocio, la educación y los derechos humanos.

Hagamos ciclovías y muchos restaurantes. Un café es esencial, así como una cancha, y una librería. Algo así como un huerto, y un estadio para los conciertos. Una feria de artesanos se ha vuelto esencial, una tienda de ropa usada y otra de zapatillas. Los mall quedan vetados desde ya, pero podemos abrir un puerto y un mercado. Trabajaremos por mantener relaciones constantes con Rapa Nui y un amplio repertorio musical siempre como banda sonora de nuestra nación independiente. Que no falte el reggae, que no falte la nueva canción.

Hay tanto que no puede faltar en nuestro nuevo país, vida mía. Pero todo ello está ya medio construido, con los ante proyectos aprobados. Hoy estamos en proceso de consolidación de nuestras economías para que pronto podamos firmar nuestro TLC, y nuestra fusión material completa.

¿Cuándo, vida mía, seremos un sólo país? Cuándo dejaremos de revivir en la mente aquellas reuniones en que nos hemos presentado estos sueños y tantos otros más, para comenzar a vivirlos y construirlos de verdad, por fin, de una vez...

Yo quiero decir que pronto, queridos compañeros. Todos aquellos que han aceptado las negociaciones con el país de Roberto, los encuentros bilaterales y las convenciones grupales. Todos los que alguna vez sonrieron por nosotros, los que brindaron con nosotros, y aquellos que se han sorprendido con nosotros, todos serán bienvenidos. Pronto compañeros, podremos por fin gobernar nuestro destino y felicidad. Pronto seremos capaces de emprender nuevas direcciones, de liberarnos de aquella amada protección que ya no debe hacer falta. Pronto, y escúchenme bien, mis amados compañeros, pronto este sueño será una realidad.